Paro Cardiaco Súbito: La Epidemia Silenciosa

El paro cardiaco súbito (PCS) es una de las principales causas de muerte entre adultos, en Norte y Centroamérica. Una vez cada uno o dos minutos, una persona sucumbe repentinamente, sin previo aviso.

Aunque la víctima promedio tiene aproximadamente 65 años de edad, algunas otras tienen entre 30 y 40 años.

El PCS, por su naturaleza, es completamente impredecible. Puede atacar a cualquier persona, en cualquier lugar, en cualquier momento.

La detención cardiaca súbita no tiene que ser fatal

Cuando ocurre un paro cardiaco repentino, la mayoría de las víctimas tienen un ritmo cardiaco anormal llamado fibrilación ventricular (FV). Cuando el corazón está en este estado, no puede latir de una manera coordinada y la sangre no circula hacia el corazón y cerebro. Primero: el pulso se detiene, entonces la respiración se detiene. La víctima pierde la conciencia, se desploma y aparece sin vida.

Si el corazón puede ser atendido rápidamente con un desfibrilador, un ritmo cardiaco normal puede ser restaurado, ya que la energía eléctrica sigue presente en el. Esto se llama desfibrilación. Si este choque es aplicado en cuestión de minutos después del colapso, muchas víctimas pueden sobrevivir.

Cada minuto cuenta

En todos los informes de supervivencia, cuanto más corto es el tiempo desde el colapso hasta la desfibrilación, mejores son las posibilidades de supervivencia. Si la desfibrilación se retrasa por más de 10 minutos, las tasas de supervivencia caen a menos del cinco por ciento.

Todos podemos prevenirlo

Todas las organizaciones pueden contribuir a reducir el intervalo crítico desde el colapso hasta la desfibrilación, particularmente con los programas de DEA (Desfibrilador Externo Automático) en el lugar.

Dado que el tiempo exacto del colapso a menudo es difícil de identificar y medir, el personal puede concentrarse en minimizar el intervalo entre la llamada de emergencia y el primer choque desfibrilatorio. Las comunidades que reducen este tiempo de "llamada a choque" a cinco minutos o menos pueden esperar que se resuciten de un tercio a la mitad de las víctimas de paro cardiaco repentino. Reducir el tiempo de "llamada a choque" incluso un minuto puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Una vez que las víctimas son reanimadas, las perspectivas de recuperación a largo plazo son muy prometedoras. Ocho de cada 10 sobrevivientes vivirán al menos un año más. Seis de cada diez supervivientes vivirán cinco años más.

La cadena de supervivencia: sólo tan fuerte como el eslabón más débil

La American Heart Association (Asociación Estadounidense de Cardiología) y otras organizaciones han adoptado un plan de acción simple diseñado para ayudar a las diferentes entidades a mejorar la supervivencia de un paro cardiaco repentino en adultos. Este plan se llama la Cadena de Supervivencia.

Los supervivientes de paro cardiaco repentino suelen tener varias cosas en común:

1. Reconocimiento temprano: Alguien presenció el evento, reconoció la emergencia y decidió ayudar.

2. Acceso temprano: Alguien confirmó falta de respuesta al número de emergencia local.

3. RCP temprana: Alguien comenzó la Resucitación Cardiopulmonar (RCP) inmediatamente.

4. Desfibrilación temprana: Alguien llegó rápidamente con un desfibrilador para sacudir el corazón de nuevo a un ritmo más saludable.

5. Cuidado avanzado temprano: El personal profesional de los servicios médicos de la emergencia (SME) proporcionó la ayuda vital avanzada, incluyendo medicaciones, y en algunos casos, hipotermia.

6. Cuidado de seguimiento temprano: El superviviente recibió atención de seguimiento eficaz.

¿Quién debe contar con un DEA?

Desde técnicos médicos de emergencia, bomberos y personal de la policía, hasta:


  • Guardias de seguridad
  • Auxiliares de vuelo
  • Equipos de buques
  • Patrulla de esquí
  • Salvavidas
  • Profesores
  • Entrenadores
  • Directores atléticos
  • Entrenadores de fitness
  • Personal de la comunidad de jubilados
  • Personal de la instalación de cuidados prolongados
  • Vecinos